Agrupaciones continentales


Constituída en 1909 según la memoria histórica de los actuales miembros, probablemente ya operaba desde finales del siglo XIX. Se han encontrado documentos legales de varias firmas comerciales chinas que operaban en Puntarenas desde 1880, lo cual indica actividad temprana. Sin embargo, posiblemente es hasta inicios del siglo XX cuando el Círculo de Comerciantes del Imperio Celeste comienza a organizarse sistemáticamente al adquirir un inmueble para albergar el Club Chino o Wasion.

 

El papel de las asociaciones chinas de ultramar desde Norte hasta Suramérica era muy similar pues estaban modeladas a imagen y semejanza de las asociaciones tradicionales de clanes familiares. Asi, entre sus servicios se contaban la mediación de disputas, la administración de castigos, banca y agencias de seguros, repatriación de restos, y mediaciones entre los chinos y el resto de la comunidad. 

 

El alto grado de organización que demuestran artefactos y documentos conservados en el club chino de Puntarenas sugieren que tenían la capacidad de cumplir con esas labores. Además, realizaron importantes aportes y se integraron a la comunidad participando en pro de obras públicas y de beneficio social, comisiones de festejos y otros.

 

Hoy en día continúan operando a través de Juntas Directivas que supervisan las labores de remozamiento del club, acción social y resguardo de su patrimonio cultural.


Desde la década de 1870 ha habido presencia de inmigrantes chinos en la ciudad capital según datos de censos de población, registros de bautizos, matrimonios y defunciones, protocolos notariales, denuncias y noticias en las publicaciones periódicas de la época.  Sin embargo, debido a las medidas de control del grupo y a la poca aceptación por parte de la población a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, encontraron grandes nichos comerciales en las provincias costeras de Puntarenas, Limón y Guanacaste y desde las dos primeras se comenzaron a organizar en asociaciones modeladas a semejanza de la familia tradicional china.

 

Así, gran parte de la actividad de los comerciantes chinos giró en torno a sus organizaciones base en Puntarenas o Limón en épocas en las cuales las vías de acceso a esas provincias estaban en etapas tempranas de desarrollo. La apertura de la Universidad de Costa Rica y la construcción de la Carretera Interamericana ampliaron los horizontes de sus descendientes y comenzó un éxodo primero como estudiantes y después profesionales que se asentaron en la ciudad capital procurando estar mas cerca de mejores oportunidades.

 

Estas condiciones facilitaron la creación de una asociación china en San José con miembros y contribuciones de las comunidades chinas de todo el país.  Realizaron una campaña de recaudación de fondos a través de la nación, contactando a los inmigrantes y sus descendientes y explicándoles la importancia de fundar la Asociación China de Costa Rica. Con el dinero recaudado adquirieron la propiedad ubicada en Barrio Francisco Peralta, en donde actualmente se ubica su sede y en donde se llevan a cabo grandes celebraciones de la cultura china y recepciones privadas de miembros de la comunidad.

 

En la primera junta directiva de 1960 se encuentran inmigrantes y descendientes provenientes de las localidades costarricenses de Puntarenas, Miramar, Cañas, Nicoya, Limón, zona sur y valle central y de las regiones cantonesas de Chongsan y Yanpeng. Muchos de ellos portadores de apellidos que caracterizarían ese nuevo imaginario chino costarricense: Alán, Con, Pino, León, Cob, Wachong, Achío, Acón, Ajoy, Sanchún, Chan Amán, Lao, Sánchez.   Fue un esfuerzo colectivo por renovar los ideales originales de las primeras asociaciones chinas de Costa Rica y adaptarlos a las nuevas circunstancias con las contribuciones de las generaciones nacidas en el país y del constante flujo migratorio desde China.


Actualmente está conformada por descendientes de inmigrantes que estuvieron en Puntarenas, Abangares y otras localidades de la bajura guanacasteca como Sardinal antes de establecerse en Nicoya.

 

A pesar de que ha habido presencia china en Nicoya desde finales del siglo XIX, no emerge un grupo organizado hasta probablemente los años 40 o 50. Algunos de ellos comenzaron haciendo obras de bien social a través de organizaciones como el Club de Leones y el Club Rotario, pero además conformaron un grupo liderado por Rafael Ajoy, Odilio Sing, Adán Yong y otros para ayudar a otros inmigrantes chinos a establecer negocios en Nicoya.  Ajoy había sido miembro activo de la Junta Directiva de la Asociación de Puntarenas y había servido en distintas comisiones en pro de obras públicas.

 

La actual Junta Directiva está conformada por descendientes con apellidos como Yockchen, Atán, Ajoy y Chonkang, apellidos de inmigrantes provenientes de Chongsan que probaron suerte en Las Juntas de Abangares y Puntarenas antes de establecerse definitivamente en Nicoya.


Esta asociación incluye descendientes de inmigrantes establecidos en Nambí de Nicoya, la Mansión y sitios en la península como Cangel y Cangelito. Descendientes de familias chinas como los Ajú, los Acón, los Sanchún y los Lí han estado asociados a sus actividades.


Pese a la presencia temprana de inmigrantes chinos como Manuel Lí Cheng y José María Chong en Santa Cruz desde inicios del siglo XX, es hasta los años 40 o 50 que surge una comunidad conforme fueron asentándose más inmigrantes y familias. Los chinos de Guanacaste mantenían fuerte comunicación con la base de Puntarenas, así que es probable que esa fuera una causa por la cual, como en otros poblados guanacastecos con comunidades chinas, no tuvieran la necesidad de conformar asociaciones aparte. Era también un asunto de lealtad y jerarquía.

 

La actual Junta Directiva está conformada por miembros de segunda y tercera generación que al igual que sus ancestros se involucraron en las mismas labores de beneficencia y preservación del legado cultural que caracteriza agrupaciones similares en otras comunidades. Incluso tuvieron una asociación de damas chinas hacia la década de los años 70.


A pesar de que existen sociedades mercantiles entre algunos inmigrantes chinos de Cañas y José Chen Apuy, la asociación como tal no se constituye hasta la década de 1980 bajo la dirección de José Angel Acón Lí. Chen Apuy era socio de Man Chong Loy, una tienda de abarrotes a la cual distintos documentos o testimonios vinculan con José León Apuy, Pedro Achío, Joaquín Tacsan y Juan Acón, inmigrantes que arribaron desde finales del siglo XX hasta la segunda década del siglo XX. 

 

La Asociación realiza obras de beneficiencia a sectores menos favorecidos de la comunidad. Hacen colectas o ventas de comida china para tal efecto. No tienen sede al igual que otras asociaciones de Guanacaste pero como sucedía al principio de las migraciones, se reúnen en sus negocios u hogares para discutir asuntos de conservación del patrimonio cultural y ayuda a las comunidades con necesidades.

 

Entre sus miembros tienen inmigrantes chinos, chinos nacidos en Costa Rica y costarricenses con algún ligamen a la comunidad china de Cañas.



El proyecto Tusanaje es una plataforma con cuatro líneas de trabajo en torno a la diáspora china y su descendencia en el mundo hispano parlante.

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